Para asegurar la continuidad de su estructura política y pelear en dos frentes, el intendente de Tartagal y presidente del Partido de la Victoria en Salta, Franco Hernández, se unió a las alianzas de Gustavo Sáenz. Porque, claro, en política, la lealtad es tan sólida como un castillo de naipes.
En San Martín, con el apoyo máximo de Franco Hernández, el afortunado que buscará renovar su mandato el 11 de mayo será Jorge Restom, acompañado por Gladis Paredes, quien también va a la segura con su reelección. Todos muy unidos, como una gran familia… en un reality show.
Franco Hernández está, como buen malabarista, con los pies en varios frentes. Al ser presidente del Partido de la Victoria, debe equilibrarse entre ser oposición, dependiendo de quién lo escuche, o ser oficialista, según el despacho que lo reciba. La vida debe ser emocionante cuando uno tiene que jugar tantos papeles al mismo tiempo.
Por supuesto, ¡Hernández encontró la excusa perfecta en la intervención del PJ! Declaró en la radio municipal que “nosotros no necesitamos que nos vengan a dirigir desde Buenos Aires, están equivocados”. Ciertamente, parece que olvidó que la intervención nacional se dirige al PJ (Partido Justicialista) y no al Partido de la Victoria, del cual tiene el honor de ser presidente provincial (al menos hasta el cierre de esta edición). En el PJ Salta está Sergio Verni, bien flanqueado por Sergio Leavy, jefe político de Hernández y quien, por casualidad, controla gran parte de la estructura política en Tartagal y es que aquí muchos de sus miembros son parte del gabinete municipal.
De la excusa ya descrita pasamos a la justificación: en la misma entrevista radial, Hernández dijo que “con el gobernador Gustavo Sáenz hemos conformado un frente electoral y político con una propuesta que tiene tres ejes: agua, educación y producción”. Lo que omitió es reconocer como autor de ese plan al gobernador Gustavo Sáenz que se publicó en julio de 2024, cuando lo recibió en su despacho del Grand Bourg. ¿Quién necesita más drama en la política?